UNA CASA MANDALA EN ÁQABA · JORDANIA · Año: 2016

Esta Intervención artística realizada en Áqaba ha sido subvencionada por el Simposio de Arte público promovido por la National Gallery of Fine Arts de Aman en Jordania y se fundamenta en la fusión de mis dos vías de crecimiento personal: el Arte y la meditación.

A partir de un trabajo en cierto modo arquitectónico he querido expresar la búsqueda del silencio interior, un lugar de paz en medio del rugido incesante del viento de la vida que se manifiesta en las incontrolables fuerzas de la naturaleza que imponen su ritmo y sus leyes con fuerza en Aqaba, una ciudad que se yergue, como por arte de magia, en un ventoso y árido desierto rodeado por el mar y por bellas montañas rojas.

Empecé dibujado en la arena una elipse que a lo largo de mi estancia fue creciendo hacia las alturas y acabó siendo una casa Mandala o una atalaya lo suficientemente grande para que el visitante pueda adentrarse en ella en un camino que le conduzca también al silencio y la introspección, ya que a cada paso se van perdiendo las vistas del exterior y te vas protegiendo del sofocante fogonazo del sol y el incansable susurro del viento, hasta llegar al núcleo en el que estalla la luz blanca que en realidad somos y en el cual, alzando la mirada, se puede ver, perfilado, el color de un trozo concreto de cielo. El que nos define y al que pertenecemos.